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Ora todos los días muchas veces: "Jesús, María, os amo, salvad las almas".
"Padre Eterno, te ofrezco la preciosísima sangre de vuestro amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, junto con todas las misas que se celebren en el mundo hoy, por las Benditas Almas del Purgatorio".

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EL PURGATORIO


Estado transitorio de purificación necesaria para aquellos que, habiendo muerto en gracia de Dios y teniendo segura su salvación, necesitan mayor purificación para llegar a la santidad necesaria para entrar en el cielo. Esta purificación es totalmente distinta al castigo del infierno. Los que mueren en gracia y amistad de Dios pero no perfectamente purificados, sufren después de su muerte una purificación, para obtener la completa hermosura de su alma (Catecismo 1030).

Dios creó los seres humanos para que disfruten de su Creador viéndole en la Gloria. Sin embargo todos hemos pecado y en esa condición no se puede entrar en el cielo, pues nada manchado puede entrar en el Cielo; por lo cual, todos necesitamos la redención de Jesucristo para poder ir al cielo. Jesús nos purifica con el poder de su Sangre para poder ser admitidos al cielo.La salvación es posible sólo por medio de Jesucristo. Si morimos en gracia de Dios es porque hemos recibido esa gracia por los méritos de Jesucristo que murió por nosotros en la cruz. La purificación del purgatorio también es gracias a Jesuscristo.

El purgatorio es necesario porque pocas personas se abren tan perfectamente a la gracia de Dios aquí en la tierra como para morir limpios y poder ir directamente al cielo. Por eso muchos van al purgatorio donde los mismos méritos de Jesús completan la purificación. 
Dios ha querido que nos ayudemos unos a otros en el camino al cielo. Las almas en el purgatorio pueden ser asistidas con nuestras oraciones.

Fundamento BíblicoLa doctrina de la Iglesia sobre el Purgatorio encuentra fundamento en la Biblia, cuando esta se sabe interpretar correctamente:
El texto del 2 Macabeos 12
, 43-46 da por supuesto que existe una purificación después de la muerte.


El que insulte al Hijo del Hombre podrá ser perdonado; en cambio, el que insulte al Espíritu Santo no será perdonado, ni en este mundo, ni en el otro.  Mt 12,32.



Muchas almas a la hora de la muerte tienen manchas de pecado, es decir merecen castigo temporal por pecados mortales o veniales, ya perdonados en cuanto a la culpa.  La Iglesia entiende por purgatorio el estado o condición en que los fieles difuntos están sometidos a purificación.
Las almas de los justos son aquellas que en el momento de separarse del cuerpo, por la muerte, se hallan en estado de gracia santificante y por eso pueden entrar en la Gloria. El juicio particular les fue favorable pero necesitan quedar plenamente limpias para poder ver a Dios "cara a cara". 
El tiempo que un alma dure en el purgatorio será hasta que esté libre de toda culpa y castigo. Inmediatamente terminada esta purificación el alma va al cielo. El purgatorio no continuará después del juicio final.


"Estimado lector, lee detenidamente este pequeño libro
con cuidado y bendecirás el día que cayó en tus manos."
Las benditas animas del purgatorio"Es incomprensible como algunos católicos, aún aquellos que de una u otra forma son devotos, vergonzosamente desatienden a las almas del Purgatorio."
"No hay mayor famelia, sed, pobreza, necesidad, pena, dolor, sufrimiento que se compare a los de las
Almas del Purgatorio
..."

"Es muy posible que algunos de nuestros más cercanos y queridos parientes estén todavía sufriendo las purificantes penas del Purgatorio y llamándonos entre lastimosos gemidos para que los ayudemos y aliviemos.
"
"Nuestros corazones están llenos de amor a sí mismos, duros. Tenemos hogares felices, espléndida comida, vestido, y abundancia de todas las cosas."
"Muchos de nuestros projimos viven en el hambre y la miseria, y le damos tan poco, mientras que vivimos en el despilfarro y gastamos en nosotros mismos sin necesidad."
"Hay un infinito numero de faltas en el amor, egoísmo, pensamientos, palabras, actos de sensualidad, también en cientos de variantes; faltas de caridad en el pensamiento, palabra, obra, y omisión. Holgazanería, vanidad, celos, tibieza y otras innumerables faltas."

"Ellos piensan y trabajan y descansan para satisfacerse a sí mismos. Dios ocupa un pequeñísimo espacio en sus días y sus mentes. Esto es un desaire a Su Amantísimo Corazón, el cual siempre piensa en nosotros.
"
"Todos esos pecados, mortales o veniales, se acumulan por 20,30,40,60 años de nuestras vidas. Todos y cada uno deberán ser expiados para después de la muerte."

"Entonces, ¿es de asombrarse que algunas almas tengan que estar en el Purgatorio por tanto tiempo?
"
"La gente no se da cuenta de lo que es el Purgatorio.
No conciben las espantosas penas, ni tienen idea de los largos años que las almas son retenidas en esas horribles llamas. Como resultado, hacen poco o nada para evitarse a sí mismos el Purgatorio, y aún peor, cruelmente ignoran a las pobres almas que ya están allí y que dependen enteramente de ellos para ser auxiliadas."





APROBACION

Aprobación de Su Eminencia el Cardenal de Lisboa
Palacio Cardenalicio, Lisboa, 4 de marzo de 1936.
Aprobamos y recomendamos con todo el corazón este librito "Léeme o Laméntalo", por EDM (Engant de Marie, iniciales con las que se identifica el Padre O'Sullivan).
Aunque pequeño, está destinado a hacer grandes cosas entre los católicos, muchos de los cuales están increíblemente ignorantes acerca de la gran doctrina del Purgatorio.
Como consecuencia, ellos hacen poco o nada para evitarlo para sí mismos y tampoco ayudan a las Almas Sufrientes que están en terribles tormentos, esperando por las Misas y las oraciones ofrecidas por ellos.
Es nuestro mas caro deseo que cada católico debiera leer este librito y que lo comunicara por todas partes, tanto como le sea posible.


PREFACIO

Purgatorio: "Léeme o laméntalo". 

El título es algo alarmante. Aún, estimado lector, si tú escudriñas este pequeño libro, verás por tí mismo cuán merecido es.

El libro nos cuenta cómo salvarnos a nosotros mismos y a otros de un sufrimiento inenarrable. Algunos libros son buenos y algunos otros pueden ser de provecho. Otros son mejores y deben ser leídos sin falta.

Hay, sin embargo,libros de tan excelente mérito por razón de sus consejos, la convicción que acarrean y la acción urgente a la que nos impulsa, que sería cabalmente alocado no leerlos.

"Léeme o laméntalo" pertenece a esa clase de libros. Es por tu mayor interés, estimado amigo, que lo leas y releas, para ponderarlo bien y profundamente en sus contenidos. Nunca te arrepentirás de ello, por el contrario, grande y amargo será tu arrepentimiento si tu fallas en estudiarlo en sus sustanciosas páginas.
¡AUXILIO, AUXILIO, SUFRIMOS MUCHO!

I: Nunca llegaremos a comprender lo suficientemente claro que una limosna, pequeña o grande, dada en favor de las almas sufrientes, se la damos directamente a Dios. El acepta y recuerda como si se la hubieran dado directamente a Él mismo. 

Así, todo lo que hagamos por ellas, Dios lo acepta hecho para El.
Es como si lo aliviáramos o liberáramos a Él mismo del Purgatorio. En qué manera nos pagará!

II. No hay mayor famelia, sed, pobreza, necesidad, pena, dolor, sufrimiento que se compare a los de las Almas del Purgatorio, por lo tanto no hay limosnas más merecidas, ni más placenteras a Dios, ni mérito mas alto para nosotros, que rezar, pedir celebraciones de Misas, y dar limosnas en favor de las pobres Santas Almas.

III. Es muy posible que algunos de nuestros más cercanos y queridos parientes estén todavía sufriendo las purificantes penas del Purgatorio y llamándonos entre lastimosos gemidos para que los ayudemos y aliviemos.

IV. ¡¡¡¿¿No es terrible que seamos tan duros que no podamos pensar en ellos, ni tampoco podemos ser tan crueles que deliberadamente los olvidemos??!!!
Por el amor de Cristo, hagamos todo, pero todo, lo que podamos por ellas.
Cada católico debería unirse a la Asociación de las Animas Benditas.

PURGATORIO

San Nicolás Tolentino, abogado de las ánimas benditas del Purgatorio
Estampa de San Nicolás Tolentino, abogado de las ánimas benditas del Purgatorio
"Tengan piedad de mí, tengan piedad de mí, por lo menos ustedes mis amigos, porque la mano del Señor me ha tocado" (Job 19:21).
Esta es la conmovedora súplica que la Iglesia Purgante envía a sus amigos en la tierra.

Tierra, comiencen, imploren su ayuda, en respuesta a la angustia mas profunda. Muchos dependen de sus oraciones.

Es incomprensible como algunos católicos, aún aquellos que de una u otra forma son devotos, vergonzosamente desatienden a las almas del Purgatorio. Pareciera que no creen en el Purgatorio. Ciertamente es que sus ideas acerca de ello son muy difusas.

¡Días y semanas y meses pasan sin que ellos reciban una Misa dicha por ellas!

Raramente también, oyen Misa por ellos, raramente rezan por ellos, raramente piensan en ellos!

Entretanto están gozando la plenitud de la salud y la felicidad, ocupados en sus trabajos; divirtiendose, mientras las pobres almas sufren inenarrables agonias en sus lechos de llamas.

¿Cuál es la causa de esta horrible insensibilidad? Ignorancia: gruesa, inexplicable ignorancia.
La gente no se da cuenta de lo que es el Purgatorio. No conciben las espantosas penas, ni tienen idea de los largos años que las almas son retenidas en esas horribles llamas.

Como resultado, hacen poco o nada para evitarse a sí mismos el Purgatorio, y aún peor, cruelmente ignoran a las pobres almas que ya están allí y que dependen enteramente de ellos para ser auxiliadas.


Estimado lector, lee detenidamente este pequeño libro con cuidado y bendecirás el día que cayó en tus manos.

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